Quisiera contar una buena historia, donde un corazón bueno llegó en el momento exacto, caminó en correctos pasos y jamás olvidó las grandes enseñanzas. Pero la verdad que la vida no es así, pasamos tanto tiempo frente al televisor que contenemos una mente alimentada de mentiras y vana ilusión.
Pero que es lo que sucede en verdad? Acaso alguien lo sabe?
Sucede que no hay uno bueno y que nuestras historias son reales, que no hay un solo día en que no contengamos un miserable corazón que oculta un rincón de oscuridad más aún podemos entregarlo a la única fuente de luz.
A veces es sólo un abrazo, a veces son mil silencios y a veces son un millón de perdones. Sólo eso. Nada más.
Jamás conocí a un Rey tan humilde. Pero hola realidad, así es la vida real, la vida verdadera y real.